ESPACIOQ | Q-01

Belleza y cuidado, aplicados al cabello, definen los principios de Q-01, un salón de peluquería situado en el céntrico barrio de Malasaña de Madrid. Pioneros en nuevas técnicas a través de sus cortes de pelo y del uso del color, el reto de este proyecto consiste en trasladar a un espacio de 60m2 la experiencia que envuelve todas aquellas acciones vinculadas a la salud y el mantenimiento de la melena.

Q-01 se diseña como un paisaje minimalista, interior y abstracto, construido con un sistema de volúmenes de madera de pino de distintas dimensiones, dispersos en el espacio, que se apilan unos sobre otros para definir hasta cinco usos distintos: la recepción, la sala de espera, los dos tocadores y el lavabo; un mismo sistema que facilita crear variadas configuraciones, escenografías para que la clientela disfrute lo más posible de su visita.

Se trata de pequeñas esculturas-paisaje dispuestas sobre un suelo de cerámica continuo que se sitúan entre dos volúmenes localizados en los extremos del local que definen las estancias más privadas del salón (el laboratorio-cocina-aseo y el lavacabezas). Estas piezas funcionan de forma individual y a la vez responden y se disponen en una secuencia que narra el funcionamiento interno del salón a través de los distintos movimientos, tanto de los trabajadores como de los clientes, desde que se accede hasta que se abandona el espacio.

El diseño de estas follies de madera trata de abarcar campos muy diversos, relacionados tanto con la cercanía humana como con la ergonomía, el mundo sensible y el consumo, así como con el distanciamiento técnico y profesional necesarios para decidir el tratamiento, controlar su ejecución y dimensionar los espacios de uso.

Finalmente, el espacio se remata con dos elementos singulares. Por un lado, las telas que envuelven toda la peluquería creando una atmósfera vaporosa, y, por otro, el color azul que, como le pasa a la cara del protagonista de Pierrot le fou, de Godard, concentra la atención. Este ambiente líquido favorece que Q-01 se convierta, en medio del mundanal ruido de Madrid, en un oasis, un lugar de desconexión donde bienestar y silencio se unen.