El pasado 21 de octubre falleció Ingo Maurer a la edad de 87 años. Conocido como el poeta de la luz, Maurer ha sido uno de los grandes genios del diseño en iluminación del siglo XX y XXI y, por ello, Oliva Iluminación quiere rendirle un pequeño homenaje en honor al gran legado que ha dejado a lo largo de su trayectoria profesional y que revolucionó la forma de iluminar los espacios.
Maurer destacó por su prolífica carrera que comenzó a mediados de los años 60 como diseñador gráfico, llegando a trabajar en Estados Unidos para grandes marcas multinacionales. Tres años más tarde, regresó a su tierra natal para centrarse y especializarse en el diseño de iluminación de vanguardia bajo su propia firma, Diseño M. Durante su larga carrera, en la que la innovación y la creatividad fueron dos de sus pilares, elaboró más de 150 obras y sistemas de iluminación por las cuales es considerado pionero en la aplicación de las nuevas tecnologías a esta disciplina.
Su exitosa carrera le ha llevado a recopilar numerosos galardones como el `Premio de Diseño 1999´ de la ciudad de Munich o el famoso `Lucky Strike Designer Award´ concedido por la Fundación Raymond Lowey, así como importantes honores como el de `Chevalier des arts et des lettres´ por la ministra francesa de Cultura. Además, muchos son los museos que a lo largo y ancho del globo terráqueo han tenido el privilegio de exponer algunos de sus trabajos entre los que se incluyen el MoMa de Nueva York, el Stedelijk Museum en Ámsterdam o el Centre Georges Pompidou de París.
El proceso creativo de Maurer ha sido calificado como poco convencional y estuvo fuertemente vinculado a la poesía y a la ironía. Su trabajo refleja numerosos guiños al Pop Art, un movimiento artístico que caló en el diseñador durante su estancia en EE.UU. y desde el que se desprende una de sus primeras obras de arte `Bulb´ (1966), una bombilla gigante en homenaje al inventor de la luz Thomas Edison.
Durante los siguientes años desarrolló incontables obras por las que Maurer es mundialmente reconocido como por ejemplo `Uchiwa´ inspirada en la cultura japonesa de sus viajes al continente asiático, o `What We Do Counts´, con un toque humorístico y claras influencias del mundo del cómic. Sin embargo, su obra maestra para muchos de los profesionales de la iluminación es sin duda `Lucellino´ (1992) una bombilla con alas donde se refleja su lado más transgresor y simbionte.
Oliva iluminación tiene el honor de vender algunas de sus más grandes e ingeniosas obras como son Jimken, Birdie, Zettel y YaYaHo.