El estatismo lumínico es cosa del pasado. Ha llovido mucho desde que la regulación (control del alumbrado) dependía exclusivamente de la rotación manual de un dimmer. La iluminación moderna es sinónimo de alumbrado regulado: un sistema capaz de adaptar la luz a cada estancia, a cada necesidad, a cada estado de ánimo. El confort visual que la iluminación inteligente es capaz de proporcionar no tiene rival, por no hablar del sustancial ahorro tanto económico como energético.
Para empezar, convendría en primer lugar distinguir entre dos opciones de regulación: por un lado, la integral –compete a todas las luminarias de una vivienda o local comercial- y por otro, la personalizada –parcial a través de luminarias específicas-. Optar por una u otra dependerá de nuestro gusto y presupuesto aunque, en este caso, es indiscutible que quien invierte algo más es capaz de sacarle mucha rentabilidad. Decantarse por sistemas de regulación es, en definitiva, una inversión.
REGULACIÓN INTEGRAL
La regulación en iluminación consiste en alternar sensaciones de forma que coincidan tanto con nuestra personalidad como con la ocasión: es rentable puesto que, con los mismos aparatos, podemos generar infinidad de ambientes. Los grandes espacios son óptimos para la instalación de un protocolo/ sistema de domótica capaz de gestionar de forma automática y personalizada el control del alumbrado. Existen muchas razones para elegir una iluminación integral, aquí citamos algunas de ellas:
- Evitar desplazamientos innecesarios dentro de casa on/off (comodidad)
- Podemos iluminar la casa cuando estamos ausentes (seguridad)
- Es posible iluminar zonas estratégicas de cada cuando estamos a pocos metros de distancia (acondicionamiento)
Lutron y Oliva Iluminación son un nexo indisoluble y altamente eficaz a la hora de optar por la selección e instalación de sistemas de control de alumbrado. Lutron, uno de los líderes mundiales en tecnología lumínica, ofrece algunas de las soluciones de regulación más avanzadas, intuitivas y dignas de confianza del mercado (sistemas avanzados de domótica, aplicaciones en dispositivos móviles, etc).
Una de sus grandes ventajas es poder reducir significativamente el consumo gracias a la posibilidad de vincular cada luminaria directamente con el cuadro eléctrico –cuando bajas la intensidad lumínica, baja también el consumo-. Un teclado o un mando a distancia son suficientes para dar con la luz que quieres. Las lámparas de sobremesa o sean de pie sólo tienen que incluir un dimmer, driver o transformador para poder incorporarlas al sistema de regulación.
Por otro lado, las novedades que Lival ha presentado recientemente en la última edición de la Feria de Frankfurt nos han llamado poderosamente la atención. Sus sistemas de control de luz están asociados a una sencilla aplicación (vía Bluetooth o Wifi). Oliva Iluminación distribuye los productos de Lival en exclusiva.
REGULACIÓN PARCIAL
Es ideal para viviendas o espacios pequeños, donde la regulación integral no es tan necesaria y puede conseguirse gracias a la colocación estratégica de lámparas de techo, pie o de sobremesa cuya intensidad de luz varía en función de nuestras necesidades. En la imagen anterior, String Light de Anastassiades para Flos. Abajo, Slim System de Fluvia.
REGULACIÓN SEGÚN ESTANCIAS
La regulación 1-10V es la más común y avanza de forma gradual y escalada desde el 1% al 100%. A continuación, os contamos cuál sería la iluminación ideal para cada habitación: Dormitorios: una regulación baja es ideal cuando hablamos de estancias pensadas para el descanso. Sólo así seremos capaces de mitigar la adrenalina acumulada durante el día. Abajo, Kushi de Kundalini.
Salón/Comedor: una regulación intermedia es óptima para estos espacios, donde la
luz no debe ni demasiado débil ni demasiado intensa.
Estudio/Oficina/Cocina: los porcentajes más altos son óptimos para acondicionar zonas de trabajo. En la imagen, Flamingo de Vibia.
