Un año más, los alumnos de Diseño de Interiores de IADE despliegan toda su magia y creatividad para hacer brillar nuestros escaparates en el ya legendario Concurso que Oliva Iluminación le dedica a este arte, en colaboración con la prestigiosa Escuela de Diseño IADE. Raúl y Raquel Oliva, Israel Velázquez (Artemide) y Elmar Bossart (XAL) han sido los responsables, en esta edición, de entregar los galardones a Sofía Herrera Guerra (Huertas) y Belén Pérez Martín por su espectacular proyecto “El Columpio”, instalado en la tienda de Hortaleza. Hablamos con ella…
La historia de esta vallisoletana de 32 años es fascinante. Estudiante de 3º de Diseño de Interiores en IADE en la actualidad y ex dependienta, nos cuenta cómo su vida gira 180º cuando se da cuenta de que su vocación es bien distinta a la de estar en una tienda: “al cumplir los 30 entré en una crisis existencial… Necesitaba encontrar un nuevo rumbo: así es como decidí apostar por el Interiorismo con algo de vértigo, al principio”.
Así es como Belén Pérez Martín aterriza en IADE, con muchas ganas de aprender y sin tiempo que perder: “quería formarme en la mejor escuela posible, así que me mudé a Madrid y me matriculé en la mejor escuela de Diseño”. Ante la pregunta de cómo entra en contacto con el Concurso de Escaparatismo de Oliva Iluminación, se sincera: “a finales del curso pasado, en plena época de exámenes, nos enteramos de que el concurso es obligatorio… sin duda, una oportunidad genial para dar rienda suelta a nuestra imaginación, ¡pero quizás no en el mejor momento! -risas-. Cuando nos plantearon el proyecto en torno a las dos lámparas, inmediatamente me decanté por la Tolomeo (Artemide)… En principio, Circle de XAL me parecía complicada: demasiado moderna, casi marciana. Teníamos que presentar dos propuestas, una para cada escaparate. Unos días después, más relajada, ¡boom! Me vino el cuadro de Fragonard a la cabeza y supe que en él se basaría mi propuesta”.
Y aquí es donde sale la Belén más apasionada: “en mi casa somos bastante artistas, me considero una fanática del arte junto a toda mi familia. Mis padres tenían una reproducción de esta pieza en nuestra casa anterior… De pronto, vi “El Columpio” convertido en lámpara. Me entusiasmó jugar con distintas épocas, mezclar un concepto tan clásico con un objeto tan moderno. Pero no tenía mucho tiempo, así que me puse a ello justo la noche anterior: como pude, lo monté en Photoshop sin ninguna esperanza de ganar… sólo quería salvar el pellejo -más risas-. Recuerdo que lo planteé inicialmente con vinilos en lugar del cartón pluma que usamos, finalmente. Me dio vergüenza presentárselo a mi jefe de proyectos, pero lo hice”.
“El día que finalmente vinieron Raúl, Raquel y los representantes de los fabricantes a decirnos quiénes habían ganado, yo estaba totalmente relajada. Cuando al final entregaron los premios “gordos” (600€ para el ganador, la posibilidad de montarlo en una de sus tiendas y un presupuesto de 600€ para hacerlo), de pronto, escucho mi nombre. Me puse a gritar como loca: ¡no puedo creerlo, no puedo creerlo! Y me dio la risa”.
Y llega la hora del montaje… Un momento importante: “En el cuadro original, el zapato de la señora volaba: quería reproducir ese movimiento. Y cuando por fin encendimos Circle de XAL, ¡casi me caigo! El montaje en vertical, su talante vanguardista y ligereza resultaron perfectos para mi idea. El conjunto era tan bueno que no podía creerlo… Al principio me preocupó un poco ver los paneles tan oscuros, pero me di cuenta de que le daban precisamente ese aura de misterio. Una anécdota: vivo cerca de Hortaleza y, una noche, me acerqué a verlo. Estuve un rato contemplándolo desde la otra acera y, de pronto, un chico se paró a hacerle una foto. ¡Me sentí tan satisfecha! Ha sido una de mis mejores experiencias hasta la fecha”.
La valiente vallisoletana no quiere despedirse sin mostrar su gratitud: “Del equipo de Oliva Iluminación sólo puedo decir cosas buenas. Desde la dirección, pasando por el departamento de marketing, el montador, el electricista… Tampoco me puedo olvidar de los fabricantes: un encanto y un placer haberles conocido también. Y, por supuesto, todo mi cariño a Dani, mi jefe de proyecto, que me animó para que lo organizara yo todo con los proveedores, etc. Confieso que tuve mis momentos de agobio, pero todos los hicieron fácil, maravilloso”.
* “El Columpio”, escaparate inspirado en Les Hasards Heureux de l’escarpolette de Fragonard, permanecerá en Oliva Iluminación (Hortaleza, 57) hasta verano de 2017, aproximadamente.
