Wästberg
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Creando fuegos modernos
¿Por qué ciertos tipos de luz nos hacen sentir mejor que otros? En nuestro manifiesto de 2008 Lámparas para el hombre de Neanderthal, señalamos la relación primitiva del hombre con la luz en forma de fuego. Durante más de un millón de años, el fuego fue nuestra única fuente de luz artificial. Asustó a los animales salvajes, nos unió, nos mantuvo calientes y nos hizo sentir seguros. Sobre todo, era una fuente de luz que podíamos mantener cerca, que podíamos controlar.
La luz eléctrica existe desde hace poco más de un siglo, un abrir y cerrar de ojos en comparación con la evolución humana. Hoy, nos encontramos tratando de domar nuestras necesidades primitivas para satisfacer las demandas de un mundo moderno de alta tecnología, donde la luz se ha convertido más o menos en un mundo de electrónica. En nuestros espacios demasiado iluminados, creados bajo la idea equivocada de que más luz es igual a mayor productividad, nos sentimos expuestos, pequeños, sin ningún lugar adonde ir.
Creemos en la creación de incendios modernos.
La luz debe brillar para nosotros, no sobre nosotros.